13/12/2015
La atención directa que los profesionales sanitarios prestan al paciente y su familia al final de la vida, está dirigida al alivio de sus necesidades en el desarrollo y evolución de la enfermedad terminal, incluyendo también el proceso de duelo. Antes y después de la muerte del ser querido, los profesionales trabajan con la familia para facilitar la despedida, la elaboración satisfactoria del duelo, y favorecer que la familia pueda seguir viviendo de una forma sana.Â
El duelo es una reacción adaptativa normal ante la pérdida de un ser querido, considerado como un acontecimiento vital estresante que se relaciona directamente con problemas de salud y la demanda de un importante apoyo sanitario. Con frecuencia, la persona doliente no identifica su necesidad de atención vinculada a la muerte y la pérdida vivida.
En este contexto de atención al proceso de duelo normal, y como una necesidad de aprender y avanzar, un grupo de profesionales de atención primaria y cuidados paliativos han trabajado durante el 2014 en el estudio del duelo a partir de lecturas y la reflexión de los diferentes marcos teóricos, con el objetivo de hacer presente la realidad de la pérdida y la necesidad de explorar el duelo en la Institución, y sugerir propuestas concretas de actuación.
El grupo de trabajo enfoca su estudio en tres focos principales:
1-   La atención al duelo en el paciente y su familia
2-   La conexión del profesional con sus propias pérdidas y sus mecanismos de adaptación al duelo.
3-   La propuesta de atención al duelo desde la Institución.
Durante la asistencia al paciente y su familia, los profesionales trabajan en la acomodación y el vÃnculo con las familias, utilizan la información como herramienta clave para explorar, conocer sus estrategias de afrontamiento y elaboración de un duelo anticipado. Instrumentos como el genograma familiar, que aporta información sobre su biografÃa, su historia de pérdidas, el ciclo vital en el que se encuentra esa familia en situación de enfermedad, a través de técnicas de counselling como la escucha activa que permite la expresión emocional.
Atender el proceso de duelo permite observar su evolución, detectar personas y situaciones en riesgo, soledad, falta de personas con las que compartir el dolor, falta de estrategias o de recursos para afrontar la vida sin la persona fallecida…, porque en rasgos generales, la muerte de un ser querido puede ser tan dolorosa como incomprensible, hasta el punto de utilizar la evitación como mecanismo de protección. Se puede reconocer que un duelo se ha resuelto cuando la persona reconstruye su mundo sin la presencia del ser querido, con coherencia y serenidad, y con agradecimiento por lo que le aportó. Este conocimiento sobre el proceso de duelo y su acompañamiento, facilita la identificación de duelos complicados que requieren una intervención especializada.
Uno de los avances en el estudio del duelo es sugerir propuestas estructuradas en la atención que faciliten un trabajo sistemático. Cuando el paciente muere, los profesionales realizan un primer contacto telefónico y una visita de duelo, con objetivos especÃficos de exploración, donde es posible observar el entorno, normalizar los rituales del duelo, el funcionamiento y reorganización familiar. Y a los seis meses, otro contacto telefónico para reconocer la evolución. También es fundamental mantener contacto con los profesionales de atención primaria para informar sobre el proceso, ellos siguen siendo sus referentes en la atención a su salud.
Otro de los focos de atención del grupo de trabajo es la conexión del profesional con sus duelos. Como entrenamiento realizaron un ejercicio de narrativa libre sobre su historia de pérdidas. La atención al final de la vida y la muerte implica necesariamente una formación especÃfica del profesional, en sus competencias profesionales y también personales, relacionadas con la adaptación a las propias pérdidas, concienciación sobre las propias creencias, actitudes ante la muerte, tolerancia al dolor y la frustración, y el manejo de las propias emociones.
Y desde la responsabilidad individual al trabajo colectivo, tal y como sugieren desde el grupo, apoyar el duelo desde la Institución tiene un potente significado, una forma eficaz para establecer un orden y organización clara, visible, que permita al sistema crecer también de forma sana. Acompañando y normalizando rituales de cierre, cursos, cambios de lugar de trabajo, pérdidas de compañeros por jubilaciones, enfermedades y muertes.
Todo lo que ha aportado este grupo de trabajo se trasladó a los profesionales de cuidados paliativos en una de las Sesiones de Soporte para continuar avanzando en esta dirección: La muerte y las pérdidas como parte de la vida nos acompañan y nos enseñan a vivir en el momento presente con satisfacción.
Asà mismo desde la lÃnea de formación en cuidados paliativos del SMS se ha celebrando por séptimo año consecutivo el taller residencial sobre duelo: Proceso MAR, en el Hotel playa grande de Mazarrón.
En el comparten la experiencia profesionales, pacientes y familiares en un ambiente de intimidad y confianza que nos ayuda a mantener el compromiso mutuo de amor y agradecimiento por la vida.
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